¿Quieres ser amigo de Joseph también?

¿Cuántas personas han visitado a Joseph?

¡Visita a Joseph en Facebook también!

Con la tecnología de Blogger.
miércoles, 6 de julio de 2011
Que Adriana sea hermana de Remi era algo que, sinceramente, no esperaba. En ese momento sentí algo de miedo; tal vez Remi quiera pelear porque me quería meter con su “Hermanita”. Bueno, la verdad es que no sabía cómo reaccionaría él, pero conociendo el estándar limeño…

-          Oye, oye – agité las manos como pidiendo que no me golpee – no sabía, disculpa, eh.
-          No pasa nada, brother.
-          ¿Eso significa que normal? – sonreí.
-          Allá tú. Me da igual lo que hagas.
-          Ya bueno… ¿Entonces puedo preguntarte algunas cosas de ella?
-          Brother – dijo – te estoy pagando para que me dejes usar el internet… No quiero que mi tiempo corra conversando.

Los días pasaron y las vacaciones se terminaban. Al parecer mis padres pudieron meterme a un colegio a mitad de año para poder terminar de cursar el cuarto de secundaria. La “jugada” de regresar a México funcionó. Según lo que me dijeron mis padres, no estaría en un colegio como el anterior. Sería uno pequeño, muy pequeño.

A pocos días de empezar las clases, yo aún no tenía conocimiento de mi nuevo centro educativo. Pero en ese momento no importaba ya que, después de reiteradas insistencias, Remi me presentó, por fin, a su hermana.

-          Me llamo Joseph, pero todos me dicen Chokobo o Chokobex, como más te guste. – le dije, feliz.
-          Choko…¿Qué? – me miró, algo extrañada.
-          ¡Chokoborra! – interrumpió Rafa, desde el otro extremo del cyber.
-          Es chokobo – miré a Adriana mientras ella reía, repitiendo “Chokoborra”.
-          Yo me llamo Adriana – dijo.
-          Sí, ya sé.
-          ¿Eh?
-          Aaahh… Uhm… - pensé – Es que… Remi me acaba de decir tu nombre, pues – respondí, evitando decir que siempre intentaba estar al tanto de ella.

Hablamos mucho esa tarde, en la puerta del cyber, mientras esperábamos que Remi termine su hora. No pensaba que iba a caerle tan bien. Después de todo, aunque era consciente que había cambiado desde mi regreso de México, no me importaba ya el cómo me veía y eso, sabía, influenciaba en la manera de pensar de las personas con respecto a mí. Adriana parecía estar exonerada de este pensamiento; ella me hablaba de la manera más natural y amical posible.

-          ¡Mira! Ella es Stephanie – dijo, emocionada – señalando a una chica muy delgada, de mirada algo perdida, que venía hacia nosotros - ¡Hola Teph! – saludó, a su amiga.
-          Hola chicos – dijo, algo distraída.
-          Él es chokobo – dijo Adriana, presentándome.
-          ¡Hola! – saludé a la recién llegada – En verdad me llamo Joseph, pero chokobo está bien.
-          ¡Hola chokobo! – gritó - ¡Que gracioso! Jajajaja.
-          Gracias, supongo – respondí.

Al escuchar las risas, Remi salió a investigar.

-          Stephanie, hola – saludó, y pensé que este chico conocía a muchas chicas bonitas.
-          ¡Hola amorcito! – respondió ella y, acto seguido, le estampó un beso en los labios.
-          Oye, amorcito – dijo una voz desde dentro del cyber – ya terminaste tu hora – concluyó, saliendo al umbral de la puerta, donde nos dimos cuenta que era Rafa hablándole a Remi – y tú, chokoborra – me miró – si vas a salir a enamorar chicas, al menos hazlo con la tabla para que no se te pasen los tiempos – concluyó, bromeando con una sonrisa.

Stephanie le pidió a Remi que le acompañe a su casa ya que venía de la casa de una amiga y había pasado por el cyber por si lo encontraba para pedírselo. Adriana, quien no podía regresar a su casa sin Remi, me pidió que le haga compañía para que no se aburra entre los besuqueos y amoríos de Remi y Stephanie. Yo, ni corto ni perezoso, le dije a Rafa que tal vez regresaba al cyber en la noche.



Cuando la conocí, no sabía que los recuerdos importaban tanto

0 comentarios: