¿Quieres ser amigo de Joseph también?

¿Cuántas personas han visitado a Joseph?

¡Visita a Joseph en Facebook también!

Con la tecnología de Blogger.
lunes, 4 de julio de 2011
Después de un par de minutos, tras quedarme sentado en piso del baño sin hacer nada más que pensar en la vergüenza que acababa de pasar, decidí salir otra vez, pero, claro,  no sin antes jalar la palanca del inodoro. Así no parecería que, en verdad, había entrado al baño sin motivo alguno.

Cuando salí de los servicios, al lado de la puerta, en la máquina número seis, estaba, obviamente, esa chica. Volví a posar mis ojos sobre ella y me di cuenta que, al verme, dejo colar una pequeña mueca divertida. Todo estaba saliendo mal, muy mal. Tal vez ella pensaba que yo era un payaso. O tal vez se dio cuenta que tropecé por andarla mirando. No sabía qué opción era la peor.

Me senté en la máquina nueve, algo frustrado por la situación que acababa de pasar. Justo unos segundos después de entrar al messenger, Remi entró al cyber. Al notar mi presencia me saludó con algo de fastidio y, al ver que yo estaba atendiendo ya que había cogido mi tabla para mirar los tiempos, me pidió una máquina para alquilar. Se iba a quedar media hora

Después de unos quince minutos, ya no sabía qué hacer, no había nadie interesante en el Messenger y no había nadie para jugar algo… Tal vez Remi quiera jugar Starcraft. Me paré del asiento y caminé hacia Remi. Me senté en la máquina al lado de la cual se encontraba él e intenté entablarle una conversación. Al parecer aún no entendía que, evidentemente, no le agradaba mucho.

-          Hey, Remi.
-          ¿Qué pasa? – no parecía muy animado.
-          ¿Un Starcraft? – pregunté, muy animado
-          Nada – respondió, cortantemente – estoy haciendo otras cosas.

Aún seguía muy aburrido, así que intenté hablarle de otra cosa.

-          Hoy día vi a una chica muy bonita.
-          Ah – dijo – que bien, brother.
-          Y está en la máquina seis – susurré, muy emocionado.
-          Oye, estoy algo ocupado – interrumpió, algo tajante – Cuando termine, si quieres, hablamos.
-          Vale, no hay problema Remi.

Me paré para ir a alguna máquina y jugar algo o entrar al Messenger, después de todo no había nada más interesante que hacer. Aún estaba algo inquieto, pensando en la chica de la máquina de al lado del baño. Después de algunos minutos, justo cuando encontré un juego en internet que se veía algo simpático, la chica bonita de la máquina número seis se paró.

-          Oye amigo, ya terminé. – me sonrió - ¿Cuánto te debo?
-          A ver… Déjame consultar mi tabla… - respondí, algo lerdo.
-          ¡Hey! ¡ Remi, hola! – saludó la chica.
-          ¡Adriana! Así que eras tú la chica de la seis – respondió él, algo divertido. Jajajaja
-          ¿La chica de la seis?
-          Nada… Nada. Chiste interno.

Al menos, pensé, ya sabía su nombre. Adriana era uno muy bonito. Cuando Adriana se fue, inmediatamente corrí hacia Remi para empezar el interrogatorio. Por un momento pensé que podría ser su enamorada, pero al notar un trato más amical, me di cuenta que no, gracias a dios.

-          ¿¡Que!? – grité, ante la noticia - ¿¡Eso es cierto?!
-          Sí, Adriana es mi hermana.



Cuando la conocí, no sabía que los recuerdos importaban tanto

0 comentarios: