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sábado, 28 de mayo de 2011
El verano amenazaba con llegar fuerte este año. Los alumnos estudiaban más por los exámenes finales que estaban a la vuelta de la esquina para, luego, gozar de unas merecidas vacaciones de verano. Yo esperaba, también, terminar este año escolar pero, por alguna razón, había algo que no me dejaba estudiar en paz; tenía un presentimiento que me despertaba por las noches.

-          ¡Demonios! – grité, a las tres y media de la madrugada sentado en mi cama; me había despertado otra vez – Pero que demonios…

Pasaba cada par de días, un pensamiento que no podía identificar me despertaba en las noches. Sentía que algo malo pasaría, pero no estaba seguro. Tal vez me esté volviendo loco, tal vez sí pasaría algo malo.

-          Oye, pastorcita – le dije, dejando colar un leve tono de incomodidad, tras terminar de ver una película en su sala
-          Sí… Ya se que estas mantitas te dan calor – dijo y me abrazó – ¡Pero ver películas bajo una mantita, ambos echados en el sofá es lo mejor! – tras decir esto se recostó en mi pecho.
-          No, no – le dije, rascándole la cabeza – no se trata de la mantita…
-          ¿Es la película? A mí sí me gustó.
-          No… Es sólo que no me siento muy bien…
-          ¿Estás enfermo? – me dijo, levantando la mirada hacia mí.
-          No estoy seguro… Hay algo que no me deja dormir por las noches…
-          ¿Qué cosa? – parecía algo preocupada.
-          No sé – repliqué, confundido – siento que va a pasar algo malo…

En esos días, Karla estaba muy preocupada por mí. Al parecer ella lo relacionaba con mi salud pero yo estaba seguro que no se trataba de eso… Sentía que algo no agradable se aproximaba y no podía identificar que era. Estaba completamente seguro que no tenía que ver con mi salud. Tampoco tenía que ver con Karla, ya que si así fuese, no estaría buscando, junto conmigo, el motivo de mi preocupación.

-          En unas horas es mi primer examen… - le dije, medio dormido, a los fantasmas de mi consciencia que me despertaban, como de costumbre, cerca de las cuatro de la madrugada, el día en el cual los exámenes finales de la escuela empezaban - ¡Déjenme dormir!

Los exámenes pasaron casi volando. Al parecer, toda mi preocupación era por los exámenes finales, ya que al terminar mi último examen un día miércoles, me sentí feliz y aliviado de todo.

Llegaron las vacaciones de verano y tenía más tiempo para poder estar con Karla. Íbamos a pasar un verano genial junto.

-          ¿Y supiste qué era? – preguntó Karla, jugueteando con los tallarines usando su tenedor.
-          Pues… - dije, con la boca llena de salsa boloñesa – Al parecer todo este drama era por mis exámenes finales… Ahora que han terminado me siento más tranquilo.
-          ¿Y ya no te despiertas en las madrugadas?
-          No… Eso es lo que me hace pensar que sólo era por los exámenes… Ya no siento más preocupación por nada.
-          ¡Que bien, borreguito! – dijo, embarrándose los labios con la salsa roja gracias a los tallarines.
-          Y nada puede preocuparme ya que tenemos todo el verano para nosotros solos – concluí, limpiándole con una servilleta los labios rojos.

Después de varios días de empezadas las vacaciones, mi padre me felicitó por mis notas. Ahora sí podía sentir que todo era felicidad; una chica que me quiere, un padre feliz por mis buenas notas… Era más que suficiente para un chico de mi edad.

Salidas al parque, visitas al museo, cocinar en casa y almorzar juntos. Esta alegría no lograría alcanzar el mes ya que un par de semanas bastaron para que mis pensamientos cambiaran a un polo opuesto.

-          ¿Estás listo? – Me preguntó mi padre.
-          No... - dije - No...

Yo sabía que nunca estaría listo. Me di cuenta, entonces, de lo que estaba pasando. Los espectros mentales no volvieron a molestarme en las madrugadas, pero noté que cuando lo hicieron, no era por mis exámenes. Caí en cuenta, entonces, que el pastel se había volteado en mi contra y esas noches de preocupación fueron un trágico y fatídico preludio.


Cuando la conocí, no sabía que la distancia significaba tanto

1 comentarios:

Alejandro Céspedes dijo...

Viene el final.