¿Quieres ser amigo de Joseph también?

¿Cuántas personas han visitado a Joseph?

¡Visita a Joseph en Facebook también!

Con la tecnología de Blogger.
viernes, 13 de mayo de 2011
Si todo salía según los planes, Joseph se quedaría para siempre en Puebla. Esa noche, aproximadamente a las tres de la madrugada, por mi ventana pude ver a un apurado Joseph cargando una mochila, corriendo a toda velocidad cruzando la acera. Bajé del segundo al primer piso sin hacer ruido y abrí la puerta, Joseph entró, subimos al segundo piso casi tan sigilosamente como yo había bajado y, según lo planeado, él viviría bajo mi cama para siempre. Si sus padres no encontraban a Joseph, no tendría que ir nunca a Perú.

A la mañana siguiente, mi padre entró precipitadamente a mi cuarto, estaba muy preocupado. Los padres de Joseph estaban en la sala, muy preocupados por que no lo encontraban por ningún lado y cuando me preguntaron si sabía algo sobre el paradero de Joseph, no sabía que hacer.

Joseph estaba durmiendo bajo mi cama, al lado de mis zapatos y no sabía si debía decir la verdad y dejar que él se vaya al Perú o, por el contrario, mentir y seguir con el plan para que se quede conmigo.

Los padres de Joseph estaban, al igual que el mío, muy a la expectativa de mi respuesta, yo era su mejor amiga y si él planeaba huir de casa o algo así… La primera persona a la que le contaría algo, sería a mí.

El silencio perpetuó la sala por varios segundos hasta que el padre de Joseph habló otra vez.

-          Karlita, por favor – dijo, dulcemente – no podemos perder tiempo, necesitamos saber si sabes algo del paradero de Joseph
-          … - aún no sabía que decir.
-          Karla, por favor – dijo la madre de Joseph, con intenciones de llorar.
-          Hija – intervino mi padre – Yo se que Joseph te confiaría algo como eso… Dinos algo por favor… Todos estamos muy preocupados.
-          Yo… - dudé.
-          Oigan – intervino la voz de mi madre desde la escalera – Miren lo que encontré mientras recogía la ropa sucia del cuarto de Karla – concluyó, jalando a un somnoliento Joseph, quien abrió los ojos como platos a ver a sus padres sentados en la sala.
-          Papa… Mamá… - Dijo, por fin, Joseph.

Luego del respectivo sermón que nos dieron por nuestra “travesura”, los enojos se olvidaron ya que, después de todo, no lo hicimos con maldad ni con ganas de molestar a nadie; sólo queríamos estar juntos.

Una pequeña reunión en casa de Joseph fue el preludio del adiós que ni él ni yo queríamos dar. En el aeropuerto nos dimos el abrazo más fuerte que, prometimos, sólo sería superado cuando nos volviésemos a ver. Observé a Joseph desaparecer en la multitud de personas pero, con ayuda de su padre quien lo cargó, sentándolo en sus hombros, pude aún ver como se despedía de mí muy feliz ya que, entendí, no era un adiós, era sólo un hasta luego.

Y después de tanto tiempo... El regresó.

El agua de la pileta acompañaba, como melodía, nuestro beso y las luces, tanto de la ciudad como las del cielo, parecían decir que este momento era, sí o sí, el principio de mi nueva vida.

-          Joseph… - dijo, luego de separar nuestros labios.
-          Disculpa… No quería forzar nada – dije, titubeando.
-          No te preocupes, no me has forzado a nada.
-          ¿No estás incómoda?
-          Yo… Yo esperaba esto.
-          ¿En serio?
-          Sí – se puso muy roja – no sabía que ibas a regresar, pero ahora que lo has hecho he amado este momento.
-          Ahora – tomé sus manos entre las mías, – Te prometo que nunca te voy a dejar.
-          Yo tampoco te dejaré nunca – dijo, recostando su cabeza en mí, haciendo que le abrace, muy fuerte, por detrás – Este abrazo si ha superado al último que nos dimos hace casi diez años.
-          Tendrás que acostumbrarte – le dije – Te los daré siempre. Después de todo eres la chica con la que estaré toda mi vida.
-          ¿Nunca te irás?
-          ¡Nunca!  - dije, firmemente – Este es mi hogar.


Cuando la conocí, no sabía que la distancia significaba tanto

2 comentarios:

Alejandro Céspedes dijo...

"él viviría bajo mi cama para siempre."

Sueños de infancia, son lo más puro e inocente.

Mi parte favorita de todo(por el momento).

Johanna dijo...

Aaawww ♥!! tan inocente la mente de los niños =).