¿Quieres ser amigo de Joseph también?

¿Cuántas personas han visitado a Joseph?

¡Visita a Joseph en Facebook también!

Con la tecnología de Blogger.
miércoles, 13 de abril de 2011
Dudo mucho que Danila esté feliz con algo como esto… Porque se enterará… Bueno, no hay manera de enterarse la verdad… Pero se supone que debo ser más que transparente con ella, sobre todo ahora que estaba lejos y depositaba toda su confianza en mí… O tal vez no.

-          ¡¿Y te quedaste con ella toda la noche?! – gritó Serge con los ojos casi desorbitados.
-          Sí… Y ahora no se que debo hacer…
-          Mi madre siempre me dijo “Amor de lejos… Felices los cuatro”.

Serge, sinceramente, no era la mejor ayuda en estos momentos. Él era un chico como yo e, incluso, con menos experiencia en la vida de pareja puesto que no había tenido ninguna. Intentaba darme ánimos, como todo buen amigo, pero, aún con eso, no me sentía mejor ni podía llegar a una decisión… No sabía si debía contarle a Danila lo ocurrido o no. Al parecer era una decisión que debía tomar sin ningún tipo de ayuda pero, aún, había una última persona a la que podía pedirle consejo.

El timbre, siempre puntual, sonó para avisar a los chicos que el recreo había comenzado, pero yo me quedé en el salón y, sin importar el tránsito de alumnos hacia la puerta, cogí el brazo de Adela. Ya habían pasado cuatro días desde el incidente con Sandra y, ahora, iba a contarle lo ocurrido. Los días anteriores había ocultado este hecho de Adela, puesto que me daba algo de vergüenza por que gracias a ella había conocido a Danila aunque, desde después de año nuevo, ellas dos ya no hablaban mucho.

-          Mirawa…
-          Luci…
-          Sabes…
-          Yo…

Y, entonces, ambos dijimos a la vez “Tengo algo que contarte”.

-          Tú primero – me adelanté, cosa que me daba tiempo para pensar en la manera de explicarle algo tan incómodo.
-          Pues… Verás… – titubeó – Hay algo que no te he contado…
-          Nada puede ser tan malo – dije.
-          Estoy enamorada de ti desde al año pasado – confesó Adela, bajando la mirada mientras yo luchaba por no abrir la mandíbula, pero la sorpresa por la noticia me daba la lucha.
-          Pero… Pero… Eso es imposible… ¿Pero por qué nunca…? – no podía creer lo que estaba escuchando.
-           Cuando conociste a Danila se te veía tan feliz con ella que… – comenzó a sollozar, aún con la cabeza gacha – Me alegraba mucho verte feliz… Y me sentía incapaz de quebrar tu felicidad con ella metiéndome en medio de ambos.

Adela comenzó a llorar apoyando su cabeza en mi pecho, aún mirando hacia el suelo, mientras gritaba que me quería mucho y que lo último que deseaba era que yo piense que ella quería meterse en mi relación, pero con Danila lejos, ahora, sin hablarle todo el día de mí, no podía esconder más ese sentimiento que había estado dormido durante tanto tiempo. La abracé muy fuerte; ella era una persona muy importante para mí, pero no me esperaba esto y no sabía como debía reaccionar. Definitivamente, pensé, lo peor que podía hacer en ese momento era contarle lo ocurrido con Sandra el día de la kermés.

Mayo estaba en sus días finales y, en el colegio, las cosas no me sonreían mucho, la verdad. Adela y yo casi no hablábamos desde que la tuve en mis brazos por última vez y Serge no era, aunque valoraba mucho su apoyo, una persona que pudiese darme soluciones.  Virtualmente las cosas tampoco parecían darme ideas. Por la ventana del MSN yo podía ver cada día más la ilusión que Danila tenía con respecto a nuestro reencuentro en algún momento de nuestras vidas. Tal vez sí era decisión del destino que nos quedemos para siempre. Si no le contaba nada y simulaba que todo estaba bien, podría olvidar el incidente en poco tiempo.

El incidente podía ser olvidado pero, nunca, el puñal que clavé en la confianza de Danila.

Estoy loco. Algún día te veré otra vez dice:
No se si deba contarte…
Danila <> En un cuento de amor infinito <> dice:
Vamos mi amor. Estoy ansiosa por saber más cositas de ti.
Estoy loco. Algún día te veré otra vez dice:
Tal vez esto no sea lo que esperas, la verdad…
Danila <> En un cuento de amor infinito <> dice:
¿Ha pasado algo malo?
Estoy loco. Algún día te veré otra vez dice:
Creo que sí…
Danila <> En un cuento de amor infinito <> dice:
No me preocupes, pues… Dime de una vez que cosa ha pasado.
Estoy loco. Algún día te veré otra vez dice:
No es tan fácil…
Danila <> En un cuento de amor infinito <> dice:
En serio me estás asustando, ¡Solo dilo y ya!
Estoy loco. Algún día te veré otra vez dice:
Danila <> En un cuento de amor infinito <> dice:
¿?
Estoy loco. Algún día te veré otra vez dice:
Te he engañado…
Danila <> En un cuento de amor infinito <> dice:
¿Eh? ¿Con respecto a qué?
Estoy loco. Algún día te veré otra vez dice:
Pues… Con otra… Chica…
Danila <> En un cuento de amor infinito <> dice:
Yo esperaba… Otra cosa…
Estoy loco. Algún día te veré otra vez dice:
¿Otra cosa?
Danila <> En un cuento de amor infinito <> dice:
¡Eres un tonto! ¡Yo aquí esperanzada en alguien que ha jugado conmigo!
Estoy loco. Algún día te veré otra vez dice:
Yo no quería… Dani… Yo no quería hacerlo…
Danila <> En un cuento de amor infinito <> dice:
¡Me das cólera! ¡Pensé que me amabas, Joseph! ¡No quiero saber nada más de ti!
Estoy loco. Algún día te veré otra vez dice:
Pero… Dani… ¡Yo sí te amo!

No se pudo entregar el siguiente mensaje a todos los destinatarios:
Pero… Dani… ¡Yo sí te amo!

Demasiado tarde, Danila se había ido y, muy probablemente, nunca regresaría. Ahora me sentía más solo que nunca, con un mejor amigo que sólo era un receptor de mis problemas, con una mejor amiga a la que no le hablaba hacía una semana por que estaba enamorada de mí y con una novia, o tal vez ya no, que no quería saber más de mi existencia.



Cuando la conocí, no sabía que iba a lamentar una partida

2 comentarios:

Johanna dijo...

... eres un tonto joseph ¬¬

Alejandro Céspedes dijo...

No, no... Es dos.